Su hermano habló con la prensa y declaró que ella está “contenta”, pero “tiene que hacerse a la idea de que pasó de la noche a la mañana de ser una mujer desempleada de 48 años que vivía con su gato en un pueblo de Escocia, a ser una celebridad mundial”.
Boyle descansa en Priory, una clínica de Londres especializada en el tratamiento a famosos. Allí deberá pensar en su futuro, después de perder la final del concurso de talentos ante la mirada de 18 millones de espectadores. Su vídeo en Youtube en el que canta I Dreamed a Dream fue visto más de 60 millones de veces.
Una vez recuperada, su vida tendrá un ritmo frenético. Hará una gira por Estados Unidos, tiene planes para grabar un álbum en Broadway con la Orquesta Sinfónica Nacional de la República Checa y hará una gira por el Reino Unido con Britain's Got Talent.
Sin embargo, su hermano declaró al diario británico The Independent, que aunque Susan no cambiaría su situación actual, “estaría bien traerla a casa por un par de días".
"Este es el comienzo de la carrera internacional de Susan, ahora que se terminó el concurso. No está interesada en la plata, no es una persona materialista, en lo que está interesada es en trabajar con sus ídolos", recalcó.
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